¿Cómo puede Hong Kong aprovechar la ola de tokenización de activos globalmente?
Recientemente, la tokenización de activos se ha convertido en un tema candente en el ámbito financiero global. A medida que la tokenización de activos del mundo real (RWA) avanza hacia la corriente principal, Hong Kong está construyendo una nueva generación de infraestructura financiera con un marco regulatorio claro, estrategias de mercado abiertas e innovaciones políticas activas. Sin embargo, en la segunda mitad de esta competencia, la clave ya no será solo la orientación política, sino si los productos realmente se ajustan a las necesidades del mercado.
Cuando un alto ejecutivo de una importante empresa de gestión de activos afirma que "cada tipo de activo puede ser tokenizado", no está describiendo un futuro lejano, sino una transformación que está ocurriendo en este momento. Esta evolución está remodelando la forma en que se forma el capital, los mecanismos de distribución de activos y las vías de acceso a oportunidades financieras.
Actualmente, hay más de 24 mil millones de dólares en RWA circulando en cadenas públicas, que cubren bonos del Tesoro estadounidense de rendimiento, fondos de crédito privado, tokenización de materias primas y bienes raíces, entre otros. Este intento, que alguna vez fue visto como un "experimento curioso en criptografía", está convirtiéndose en parte de la infraestructura financiera global, y los canales subyacentes del mercado de capitales se están reconfigurando silenciosamente.
El 26 de junio, Hong Kong publicó la "Declaración de Política de Desarrollo de Activos Digitales 2.0", en la cual expresa claramente su intención de liderar esta transformación. Esta declaración lanzó el marco regulatorio "Leap", ampliando el alcance de la regulación a los emisores de moneda estable, custodios y plataformas RWA. Más importante aún, envía una señal clara: Hong Kong no solo permite la tokenización, sino que la promueve activamente.
El marco "Leap" promueve la formación de una visión más amplia mediante el establecimiento de un sistema de licencias para monedas estables, la clarificación del marco regulatorio para ETF tokenizados y la continuación de las pruebas anteriores en bonos digitales y finanzas verdes, alentando la tokenización de diversos activos, desde metales preciosos hasta infraestructuras de energía renovable.
La práctica de Hong Kong contrasta marcadamente con otros mercados. En comparación, Singapur ha adoptado un enfoque más cauteloso, centrándose en la participación institucional y limitando a los inversores minoristas; mientras que Hong Kong ha optado por un camino más amplio e inclusivo. Permite la participación de usuarios minoristas bajo la premisa de establecer reglas claras de idoneidad, ampliando así el espacio del mercado potencial.
En comparación con la estructura del mercado de activos criptográficos normativos de la UE y el entorno regulatorio fragmentado de EE. UU., Hong Kong ofrece un sistema más unificado y basado en principios, proporcionando la claridad que los innovadores y los inversores necesitan.
Sin embargo, solo porque se hayan preparado las vías, no significa que el tren pueda operar puntualmente. Emitir un activo de tokenización es fácil, el desafío radica en si hay personas dispuestas a poseerlo, comerciar con él y confiar en él. Demasiados proyectos de tokenización han aprendido esto a través de fracasos: la tecnología no es el problema, el mercado no responde. La falta de canales de distribución, demanda del mercado o relevancia práctica ha llevado a que muchos productos terminen siendo abandonados.
El cuello de botella no está en la tecnología, ni en la regulación, sino en si realmente existe un valor comercial. La verdadera prueba es: si un activo tokenizado realmente resuelve un problema para un grupo de usuarios definido claramente.
Por supuesto, también hay proyectos que han superado esta prueba y han logrado expandirse. Por ejemplo, los productos de deuda pública de EE. UU. tokenizados han ganado una amplia adopción entre los ahorradores globales porque ofrecen rendimientos estables y transparentes, especialmente en aquellos mercados emergentes que carecen de canales de ingresos seguros. Asimismo, ciertos protocolos han abierto nuevos caminos en el ámbito del crédito privado, facilitando la conexión entre prestatarios institucionales y prestamistas nativos de criptomonedas, logrando así una gestión de riesgos transparente en la cadena, lo que hace que los productos sean bidireccionales.
Estos éxitos no provienen de tecnologías novedosas, sino de la perfecta coincidencia entre activos, usuarios y la forma de empaquetar.
El ecosistema local de Hong Kong también está evolucionando en esta dirección. El "Project Ensemble" de la Autoridad Monetaria de Hong Kong está experimentando con la tokenización de bonos, fondos, créditos de carbono, infraestructura de estaciones de carga y escenarios de financiación de la cadena de suministro. Estos proyectos tienen un gran potencial, pero aún no ha surgido un proyecto exitoso que realmente pueda conectar a gran escala los tres elementos: activos, audiencia y escenarios de uso.
Todos los elementos están en su lugar, lo que se necesita a continuación es "tracción del mercado". Hong Kong ya ha establecido una base sólida: regulación clara, reconocimiento institucional y proyectos confiables de colaboración público-privada se están desarrollando continuamente. Hong Kong está siendo cada vez más visto como un entorno de experimentación en activos digitales seguro y estructurado, y su potencial como "punto de apoyo" de la estrategia de activos digitales de China hace que su significado vaya mucho más allá del mercado local en sí.
Pero la parte más desafiante apenas está comenzando. La próxima fase de la competencia estará determinada por la "adecuación del producto al mercado", y no por más políticas. ¿Podrá Hong Kong atraer a los ahorradores del sudeste asiático a invertir en productos de monedas estables que realmente generen ganancias? ¿Podrá conectar los activos industriales de China al capital global a través de un empaquetado digital conforme a la normativa? ¿Podrá incubar una nueva generación de productos RWA que no solo sean legales y conformes, sino que también tengan una verdadera demanda en el mercado?
Estas cuestiones determinarán si RWA es solo una moda pasajera o si puede convertirse en una transformación duradera; también decidirán si Hong Kong puede convertirse en la capital global de la tokenización de esta nueva era. Si tiene éxito, Hong Kong no solo será un pionero, sino que también será uno de los definidores de la futura forma de las finanzas.
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AirdropHunterWang
· 07-18 01:00
Ay, es otra vez regulación y marcos.
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DoomCanister
· 07-16 20:07
Sentir que es una trampa de vino viejo en una botella nueva
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liquidation_surfer
· 07-15 14:32
Ser engañados nueva posición.
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BackrowObserver
· 07-15 14:31
¿Llegar tarde para empezar a comer sandía?
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YieldWhisperer
· 07-15 14:24
he visto este mismo libro de jugadas antes... otra trampa de arbitraje regulatorio esperando a suceder
Tokenización de activos en Hong Kong: el giro clave desde la orientación política hasta la adecuación del mercado
¿Cómo puede Hong Kong aprovechar la ola de tokenización de activos globalmente?
Recientemente, la tokenización de activos se ha convertido en un tema candente en el ámbito financiero global. A medida que la tokenización de activos del mundo real (RWA) avanza hacia la corriente principal, Hong Kong está construyendo una nueva generación de infraestructura financiera con un marco regulatorio claro, estrategias de mercado abiertas e innovaciones políticas activas. Sin embargo, en la segunda mitad de esta competencia, la clave ya no será solo la orientación política, sino si los productos realmente se ajustan a las necesidades del mercado.
Cuando un alto ejecutivo de una importante empresa de gestión de activos afirma que "cada tipo de activo puede ser tokenizado", no está describiendo un futuro lejano, sino una transformación que está ocurriendo en este momento. Esta evolución está remodelando la forma en que se forma el capital, los mecanismos de distribución de activos y las vías de acceso a oportunidades financieras.
Actualmente, hay más de 24 mil millones de dólares en RWA circulando en cadenas públicas, que cubren bonos del Tesoro estadounidense de rendimiento, fondos de crédito privado, tokenización de materias primas y bienes raíces, entre otros. Este intento, que alguna vez fue visto como un "experimento curioso en criptografía", está convirtiéndose en parte de la infraestructura financiera global, y los canales subyacentes del mercado de capitales se están reconfigurando silenciosamente.
El 26 de junio, Hong Kong publicó la "Declaración de Política de Desarrollo de Activos Digitales 2.0", en la cual expresa claramente su intención de liderar esta transformación. Esta declaración lanzó el marco regulatorio "Leap", ampliando el alcance de la regulación a los emisores de moneda estable, custodios y plataformas RWA. Más importante aún, envía una señal clara: Hong Kong no solo permite la tokenización, sino que la promueve activamente.
El marco "Leap" promueve la formación de una visión más amplia mediante el establecimiento de un sistema de licencias para monedas estables, la clarificación del marco regulatorio para ETF tokenizados y la continuación de las pruebas anteriores en bonos digitales y finanzas verdes, alentando la tokenización de diversos activos, desde metales preciosos hasta infraestructuras de energía renovable.
La práctica de Hong Kong contrasta marcadamente con otros mercados. En comparación, Singapur ha adoptado un enfoque más cauteloso, centrándose en la participación institucional y limitando a los inversores minoristas; mientras que Hong Kong ha optado por un camino más amplio e inclusivo. Permite la participación de usuarios minoristas bajo la premisa de establecer reglas claras de idoneidad, ampliando así el espacio del mercado potencial.
En comparación con la estructura del mercado de activos criptográficos normativos de la UE y el entorno regulatorio fragmentado de EE. UU., Hong Kong ofrece un sistema más unificado y basado en principios, proporcionando la claridad que los innovadores y los inversores necesitan.
Sin embargo, solo porque se hayan preparado las vías, no significa que el tren pueda operar puntualmente. Emitir un activo de tokenización es fácil, el desafío radica en si hay personas dispuestas a poseerlo, comerciar con él y confiar en él. Demasiados proyectos de tokenización han aprendido esto a través de fracasos: la tecnología no es el problema, el mercado no responde. La falta de canales de distribución, demanda del mercado o relevancia práctica ha llevado a que muchos productos terminen siendo abandonados.
El cuello de botella no está en la tecnología, ni en la regulación, sino en si realmente existe un valor comercial. La verdadera prueba es: si un activo tokenizado realmente resuelve un problema para un grupo de usuarios definido claramente.
Por supuesto, también hay proyectos que han superado esta prueba y han logrado expandirse. Por ejemplo, los productos de deuda pública de EE. UU. tokenizados han ganado una amplia adopción entre los ahorradores globales porque ofrecen rendimientos estables y transparentes, especialmente en aquellos mercados emergentes que carecen de canales de ingresos seguros. Asimismo, ciertos protocolos han abierto nuevos caminos en el ámbito del crédito privado, facilitando la conexión entre prestatarios institucionales y prestamistas nativos de criptomonedas, logrando así una gestión de riesgos transparente en la cadena, lo que hace que los productos sean bidireccionales.
Estos éxitos no provienen de tecnologías novedosas, sino de la perfecta coincidencia entre activos, usuarios y la forma de empaquetar.
El ecosistema local de Hong Kong también está evolucionando en esta dirección. El "Project Ensemble" de la Autoridad Monetaria de Hong Kong está experimentando con la tokenización de bonos, fondos, créditos de carbono, infraestructura de estaciones de carga y escenarios de financiación de la cadena de suministro. Estos proyectos tienen un gran potencial, pero aún no ha surgido un proyecto exitoso que realmente pueda conectar a gran escala los tres elementos: activos, audiencia y escenarios de uso.
Todos los elementos están en su lugar, lo que se necesita a continuación es "tracción del mercado". Hong Kong ya ha establecido una base sólida: regulación clara, reconocimiento institucional y proyectos confiables de colaboración público-privada se están desarrollando continuamente. Hong Kong está siendo cada vez más visto como un entorno de experimentación en activos digitales seguro y estructurado, y su potencial como "punto de apoyo" de la estrategia de activos digitales de China hace que su significado vaya mucho más allá del mercado local en sí.
Pero la parte más desafiante apenas está comenzando. La próxima fase de la competencia estará determinada por la "adecuación del producto al mercado", y no por más políticas. ¿Podrá Hong Kong atraer a los ahorradores del sudeste asiático a invertir en productos de monedas estables que realmente generen ganancias? ¿Podrá conectar los activos industriales de China al capital global a través de un empaquetado digital conforme a la normativa? ¿Podrá incubar una nueva generación de productos RWA que no solo sean legales y conformes, sino que también tengan una verdadera demanda en el mercado?
Estas cuestiones determinarán si RWA es solo una moda pasajera o si puede convertirse en una transformación duradera; también decidirán si Hong Kong puede convertirse en la capital global de la tokenización de esta nueva era. Si tiene éxito, Hong Kong no solo será un pionero, sino que también será uno de los definidores de la futura forma de las finanzas.